Como cualquier jilguero del mundo, Mael tenía que cantar y sus plumas deberían brillar, pero sus plumas solo eran grises, Mael no cantaba..., ¡y el pobre lo pasaba fatal!Más información
Como cualquier jilguero del mundo, Mael tenía que cantar y sus plumas deberían brillar, pero sus plumas solo eran grises, Mael no cantaba..., ¡y el pobre lo pasaba fatal!