José Zorrilla defendió la libertad poética en sus dramas y en su poesía: se dejó siempre llevar por su gran imaginación, que casi nunca sometió al control de la razón, y arrastrado...
José Zorrilla defendió la libertad poética en sus dramas y en su poesía: se dejó siempre llevar por su gran imaginación, que casi nunca sometió al control de la razón, y arrastrado por esa fuerza creadora, pocas veces respetó las reglas y principios tan característicos del neoclasicismo. Asumió como nadie los ideales del patriotismo, el cristianismo y el medievalismo, muy presentes en toda su producción, desde la dramática a la lírica. A pesar de sus numerosos exilios voluntarios, amó a su patria y abogó por su unidad cuando creyó que podía romperse. Este volumen incluye exclusivamente la poesía lírica de Zorrilla, esto es, los poemas menos narrativos y más personales: algunas de las composiciones orientales más cortas y con una mayor carga lírica, y también la mayor parte de los poemas dedicados a sus dos grandes amores, Emilia Serrano y María de la Paz Adalid.