Pasen y lean lo que se cuece en la cocina de trabajo de policías, guardias civiles, abogados y políticos corruptos en esta apasionante novela protagonizada por un policía tan cana...
Pasen y lean lo que se cuece en la cocina de trabajo de policías, guardias civiles, abogados y políticos corruptos en esta apasionante novela protagonizada por un policía tan canalla como honesto. CARLOS HERRERA La vida requiere acción contra el aburrimiento intolerable. Me llamo Francisco de Borja Alba de Lauria y Monforte, marqués de Gules, pueden llamarme Fran, para abreviar, y soy, sí, soy, inspector del Cuerpo Nacional de Policía en la Jefatura de Barcelona. Marqués por la gracia de mi padre no es que me entusiasme, pero he de afirmar que mi educación privilegiada me ayuda a desempeñar un cargo que es, cómo decirlo, una vocación. Pasé por una temporada hippie en Ibiza aclarándome las ideas y luego otra temporada en la Legión para curtirme como es debido. Me gustan las mujeres, los buenos restaurantes y, aunque tengo una marcada tendencia a ir por libre, soy leal y cumplidor, y estoy convencido de que la vida requiere acción. Siempre he pensado que en el mundo hay dos tipos de personas: los que hemos venido a no aburrirnos y los que sí lo hacen los segundos no me interesan en absoluto. Desde que Mariela Vegas, prostituta en un club de alterne, ha aparecido asesinada en Colombia no paro de dar vueltas a cómo hincar el diente a un caso que, como las estadísticas, oculta más de lo que enseña. ¿Trata de blancas? ¿Narcotráfico? ¿Terrorismo? ¿Corrupción institucional? Si me ayudan a resolver este caso, les prometo un paseo por los bajos y los altos fondos barceloneses y una visita pormenorizada a la cocina del trabajo de policías, guardias civiles, espías, abogados, fiscales, jueces… Y políticos corruptos. ¿Me acompañan? Como lectores de novela policiaca, demos la bienvenida a esta novela en la que el reconocido abogado José María Fuster-Fabra ha vertido gran parte de su invaluable experiencia con humor, soltura e ingenio.