Programa para Enseñar a Pensar - Coral 2

El Programa CORAL consta de: Guía Didáctica (que incluye los solucionarios). CORAL 1 - (6-8 años). CORAL 2 - (8-10 años). CORAL 3- (10-12 años). CORAL 4 - (12-14 años). Los intervalos de edades indicados son una mera orientación, pues el nivel de CORAL (1,2, 3 o 4) deberá seleccionarse más en función del nivel de desarrollo intelectual de los destinatarios que de su edad. Coral es un Programa para Enseñar a Pensar diseñado para desarrollar capacidades y valores. Especialmente persigue el desarrollo del Razonamiento Lógico y de valores como la tolerancia, el respeto y la responsabilidad. Se trata de una herramienta óptima para la Atención a la diversidad y muy adecuada para facilitar la adquisición de las competencias básicas Aprender a aprender y Autonomía e iniciativa personal. El Programa Coral es una herramienta de trabajo útil para destinatarios muy diferentes: todos los alumnos de Educación Primaria y de los primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria se pueden beneficiar de este programa para mejorar su forma de pensar. De hecho, puede ser un buen instrumento para trabajar en las sesiones de tutoría, reforzando así las estrategias de pensamiento y el aprendizaje autónomo, o puede ser utilizado como material de apoyo, de refuerzo o de profundización. Además, Coral se ofrece como un material pedagógico muy adecuado para atender a la diversidad, especialmente al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo (bien por presentar necesidades educativas especiales, bien por poseer altas capacidades intelectuales) y al alumnado con necesidad de compensación educativa (con desfase curricular). También, el profesorado de los distintos niveles puede utilizar Coral como material didáctico para realizar sus adaptaciones curriculares. La gran novedad de Coral, cuando se compara con otros programas de intervención educativa, es que la protagonista del libro, llamada precisamente Coral, es una chica inquieta, curiosa y despierta que se dirige directamente al joven lector y le presenta de modo atractivo estrategias para aprender a pensar mejor. Coral, que aparece rodeada de amigos con los que dialoga, actúa como mediadora guiando en el proceso de pensamiento, les ayuda a detectar los aciertos y los fallos de su modo de razonar y les enseña distintas estrategias para resolver cada tipo de tarea. El hecho de que la protagonista sea de la edad de los estudiantes para los que se ha diseñado cada libro, contribuye a convertirlo en un material atractivo y además resalta la idea de que no solo pueden actuar como mediadores los profesores, ya que, de hecho, la mediación entre iguales es clave. De esta manera los que trabajen con este programa entenderán que no solo pueden aprender de su profesor y de sus compañeros, sino que también ellos tienen algo que enseñar. Las actividades del Programa Coral están libres de contenidos curriculares. Por lo tanto, Coral se puede utilizar simultáneamente con cualquier otro material en el aula. Aunque el aprendizaje de contenidos curriculares no es el objetivo de este programa, a lo largo del trabajo de las diferentes sesiones con Coral se apreciará una gran mejoría en el dominio de herramientas necesarias para acceder con éxito al currículo obligatorio. En Coral se proponen actividades que requieren la misma utilización de las destrezas que en el trabajo con los contenidos de las diferentes áreas curriculares. La aplicación del programa se puede realizar de distintas formas: de manera individualizada, en pequeños grupos o en gran grupo. Lo óptimo sería aplicarlo en pequeños grupos de trabajo. Trabajando en pequeños grupos los alumnos se benefician más de las ventajas del aprendizaje mediado entre iguales y, a la vez, el mediador puede atender los diferentes niveles de desarrollo, métodos de aprendizaje y ritmos de trabajo. La duración del programa se debe adaptar tanto a las posibilidades de aplicación en el centro como a las características de los sujetos con los que se trabaje. No obstante, la cantidad de ejercicios es suficiente para trabajar durante todo un curso escolar. Lo óptimo sería un entrenamiento semanal de 100 minutos, distribuidos en dos sesiones. Conviene tener en cuenta que el objetivo no es tanto terminar los ejercicios ni acertar las respuestas, como desarrollar los procesos cognitivos y afectivos y facilitar la transferencia de lo aprendido a las áreas del currículum y a la vida. Con el Programa Coral se pretende ofrecer al educador una alternativa optimista: es posible desarrollar capacidades y valores, es posible ayudar a nuestros alumnos a aprender a aprender, merece la pena explorar modos nuevos de enseñar a pensar, es deseable educar para que no se tenga miedo ni al error ni al fracaso, es preciso educar desde la convicción de que nuestros iguales enriquecen el proceso de enseñanza-aprendizaje y de que la tenacidad y el esfuerzo son el mejor camino para crecer. Pero, para que todo esto sea posible, es necesario contar con un mediador entusiasta, que crea firmemente en las posibilidades de cambio de cada educando y que sea consciente de que gran parte del éxito en el proceso de enseñanza-aprendizaje radica en la habilidad del docente para estimular al alumno y animarle a construir sus propios aprendizajes.