"La noción misma de la dominación de la naturaleza por el hombre se deriva del dominio muy real de lo humano por lo humano".
Con esta sucinta formulación, Murray Bookchin pres...
"La noción misma de la dominación de la naturaleza por el hombre se deriva del dominio muy real de lo humano por lo humano". Con esta sucinta formulación, Murray Bookchin presenta su obra más ambiciosa, ‘La ecología de la libertad'. Un libro atractivo y extremadamente legible de alcance impresionante, su síntesis inspirada de ecología, antropología y teoría política rastrea nuestros legados conflictivos de jerarquía y libertad, desde el primer surgimiento de la cultura humana hasta el capitalismo globalizado de hoy, señalando constantemente el camino hacia una sano, futuro ecológico sostenible. En un programa de estudios universitario o en la mochila de un activista, este libro es una lectura indispensable para cualquiera que esté cansado de vivir en un mundo donde todo es un recurso explotable. Una síntesis de ecología, antropología y teoría política que señala la contradicción entre imposición y libertad en la cultura humana, tanto entre seres humanos como de la humanidad hacia la naturaleza. Teniendo en cuenta, según las observaciones del libro, que en la naturaleza prevalece la cooperación, la simbiosis y el comportamiento emergente (procesos llamados por Bookchin redes de alimentación y círculos de interdependencia), propone como alternativa al capitalismo contemporáneo el desarrollo sostenible, la tecnología apropiada y especialmente la ecología social. El tema de la narrativa histórica de Bookchin es sencillo: la devastación ambiental, económica y política nace en el momento en que las sociedades humanas comienzan a organizarse jerárquicamente. Y, a pesar de los matices y detalles de sus argumentos, la lección que hay que aprender es igualmente básica: nuestra pesadilla continuará hasta que se disuelva la jerarquía y los seres humanos desarrollen estructuras sociales más cuerdas, sostenibles e igualitarias. Murray Bookchin, cofundador del Instituto de Ecología Social, ha sido una voz activa en los movimientos ecológico y anarquista durante más de cuarenta años.