Escuchar la palabra India nos evoca mil y una maravillas, pero además, si alguien nos habla del sur del fantástico Subcontinente, nos referirá playas tropicales, densas junglas y e...
Escuchar la palabra India nos evoca mil y una maravillas, pero además, si alguien nos habla del sur del fantástico Subcontinente, nos referirá playas tropicales, densas junglas y el hinduismo más puro.
El sur de India contiene los templos hinduistas más antiguos del planeta, extensas playas tropicales bañadas por las aguas turquesas del Océano Índico y, además, un fabuloso patrimonio arqueológico. Y sus gentes, de piel oscura y ropajes coloridos, son famosas por su hospitalidad y gracia innata.
Mumbai o Bombay, la puerta de entrada natural para un viaje por el sur de India, es una ciudad fascinante y donde conviven los aspectos más vanguardistas de la India moderna con las tradiciones milenarias del Indostán profundo, y a partir de esta ciudad, el sur nos ofrece una miríada de posibilidades: las cuevas milenarias de Ajanta y Ellora, los templos de Mahaballipuram, Konarak, Madurai o el de Tanjore monumentos todos ellos incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco-, ashrams y spas ayurvédicos a pocos kilómetros de playas idílicas en Goa y Kerala, o los increíbles restos de las dinastías islámicas en Karnataka y Andra Pradesh. Y como contrapartida al norte del país, el sur de India goza de un clima mucho más benigno. Quien viaja a esta hermosa región del planeta siempre querrá volver.